Los cigarrillos son muy adictivos y, contrariamente a lo que se suele pensar, puede costar igual dejar de fumar que abandonar otras drogas.
El motivo principal por el cual es tan potente su adicción es la nicotina, compuesto orgánico alcaloide que se encuentra en la planta del tabaco. Ésta es un estimulante y hace que sea muy difícil dejarla. De hecho, la nicotina puede ser tan adictiva como la cocaína.
Hay que tener en cuenta que, muchos fumadores, empezaron su hábito durante la adolescencia, haciendo que, cada vez, sea más complicado sacar los cigarrillos de sus vidas. Además, si los padres o familiares cercanos fuman, también hay más probabilidades de ser adicto durante la edad adulta.
Como cualquier adicción a las drogas, tiene la característica de buscar el consumo compulsivo de la sustancia, aun sabiendas que sea perjudicial para el cuerpo, siendo una dependencia mental y física.
Cuando se produce una inhalación a un cigarrillo, la nicotina viaja rápidamente hasta el cerebro y, teniendo sensaciones saciantes, al momento vuelven a aparecer deseos de dar otra bocanada.
Por ello, el tabaco resulta tan fuerte y adictivo, la persona siempre quiere más. De hecho, el síndrome de abstinencia aparece muy rápido cuando no se puede fumar.
Y, al igual que ocurre con el consumo de otras drogas, los fumadores cada vez necesitan más cantidad, para así obtener el mismo efecto saciante.
Y no todo acaba en el acto de fumar, sino que también el olor que desprenden los cigarrillos, la rutina de comprarlos, manejarlos e, incluso, encenderlos. Estos rituales diarios quedan fijados en la mente del fumador y están asociadas al momento placentero.
Los síndromes de abstinencia pueden ser muchos si no se consigue tabaco o se ha dejado de fumar. Algunos son mareos, depresión, sensación de impotencia y ansiedad, irritabilidad, dolor de cabeza, aumento del apetito, tos y dolor de garganta, etc.
Como puede leer, el tabaco es muy perjudicial y, aunque no lo parezca, es igual de adictivo que otras drogas.
Si necesita consejos y ayuda para dejarlo, puede acudir a los centros de desintoxicación. Además de recibir la información adecuada, le darán apoyo sobre el mejor tratamiento según su caso.
Sin duda, su cuerpo y su mente se lo agradecerán.